jueves, 26 de julio de 2012

Por los mares del Sur con el amigo Jack London...

El Snark (?)

El crucero del Snark

(…) y quiso nuestra suerte que acertásemos en una posibilidad de uno a cinco. Si hubiese sido una apuesta, el resultado habría sido exactamente el opuesto. Y esto no es pesimismo. Sólo es una muestra de la organización del universo. Es simplemente esa sensación que tanto conocen la mayoría de los pescadores y que se siente cuando uno regresa de vacío tras un arduo día de trabajo.

Repasé mentalmente todos mis cálculos una y otra vez intentando encontrar algún error, hasta que mi cerebro entró en un estado tan febril que descubrí docenas de errores.

A partir de ese momento ya me atrevía a enfrentarme a cualquier cosa –exactamente el estado de ánimo ideal para un Waterloo--.

En el momento de escribir esto estamos perdidos en la mar en algún lugar al nordeste de Isabel e intentando, en vano, encontrar la isla de Lord Howe, que es un atolón que solamente es visible cuando ya se está casi encima de él. El cronómetro se ha estropeado. No hay forma de ver el sol, por la noche es imposible observar las estrellas y durante días y días no hemos tenido más que chubascos. El cocinero nos abandonó. Nakata, que intenta hacer las funciones de cocinero y ayudante de cámara, está de nuevo enfermo y con fiebre. Martin acaba de recuperarse de las fiebres y está volviendo a recaer. Charmian, cuya fiebre se ha vuelto periódica está consultando su agenda para saber cuándo le toca el próximo ataque. Henry ha empezado a tomar quinina y se mantiene a la espera. Y, dado que mis ataques aparecen por sorpresa y me derriban a traición, desconozco el momento en que voy a volver a recaer. Por error les dimos toda la harina que nos quedaba a unos hombres blancos que se habían quedado sin harina. No sé cuándo llegaremos a   tierra. Nuestras úlceras de las islas Salomón tienen peor aspecto que nunca y son cada vez más numerosas. Nos olvidamos el sublimado corrosivo en Penduffryn; el agua oxigenada se nos ha acabado y estoy empezando a experimentar con ácido bórico, lisol y antiflogísticos. O sea que, si no llego a ser un buen médico, no será por falta de práctica.


Las islas de La Sociedad

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