lunes, 30 de julio de 2012

Sueño. Por Crist


Nothomb, Amélie. Una forma de vida





Deseo existir para usted. ¿Es pretencioso? No lo sé. Si lo es, lo siento. Es lo más auténtico que puedo decirle: deseo existir para usted.


La carta se dirige a un lector más que cualquier otro escrito. Me puse a esperar la respuesta de este último con una angustia difusa. Curiosamente, no se trataba de impaciencia. la ausencia de respuesta hubiera sido una reacción aceptable.



(...) Estas certezas optimistas, tan típicas de la ignorancia, me oprimían el corazón.



La experiencia demuestra que ninguna misiva será recibida como imaginamos, así que mejor no imaginar nada.



(...) pero duró los años de la infancia, es decir, siglos.



(...) las tareas embrutecedoras ayudan a vivir, lo he observado muchas veces.



Rápidamente, aquel intercambio se convirtió en lo más importante de mi vida, en la que, dicho sea de paso, no ocurren demasiadas cosas. Me sentía incapaz de contarle la verdad. La situación hubiera podido eternizarse. Ése era mi deseo.

Cain, James M.


El cartero llama dos veces

--Ésa es una de las cosas que el jurado podría creer, tal vez. Ofrece ese aspecto de cosa inverosímil que generalmente tiene la verdad. Sí, sí; es posible que el jurado se lo creyese.

jueves, 26 de julio de 2012

Caparrós, Martín.

La Historia
“No es cierto que un hombre tome muchas decisiones en su vida. Toma, si acaso, si consigue, una. Pero no siempre sabe que la está tomando. Y depende de ella, de maneras más o menos visibles, para todo el resto. Nosotros, al menos, tenemos el privilegio de saber cuándo la tomamos”. Algunos habrán pensado –o quizá dicho--: “el horror de saberlo”.

Cuando alguien busca algo puede encontrarse lo que sea: está listo para que cualquier cosa que se le cruce le parezca respuesta.

Nadie es muy infeliz si tiene poco tiempo.

Raquel pensó en decirle algo, pero las frases nunca son lo que parecen. No le podía decir lo único que sí quería, así que se calló.


(Rev. Veintitrés? ca. 2004)
(...) la calipúrgica Pampita.

Por los mares del Sur con el amigo Jack London...

El Snark (?)

El crucero del Snark

(…) y quiso nuestra suerte que acertásemos en una posibilidad de uno a cinco. Si hubiese sido una apuesta, el resultado habría sido exactamente el opuesto. Y esto no es pesimismo. Sólo es una muestra de la organización del universo. Es simplemente esa sensación que tanto conocen la mayoría de los pescadores y que se siente cuando uno regresa de vacío tras un arduo día de trabajo.

Repasé mentalmente todos mis cálculos una y otra vez intentando encontrar algún error, hasta que mi cerebro entró en un estado tan febril que descubrí docenas de errores.

A partir de ese momento ya me atrevía a enfrentarme a cualquier cosa –exactamente el estado de ánimo ideal para un Waterloo--.

En el momento de escribir esto estamos perdidos en la mar en algún lugar al nordeste de Isabel e intentando, en vano, encontrar la isla de Lord Howe, que es un atolón que solamente es visible cuando ya se está casi encima de él. El cronómetro se ha estropeado. No hay forma de ver el sol, por la noche es imposible observar las estrellas y durante días y días no hemos tenido más que chubascos. El cocinero nos abandonó. Nakata, que intenta hacer las funciones de cocinero y ayudante de cámara, está de nuevo enfermo y con fiebre. Martin acaba de recuperarse de las fiebres y está volviendo a recaer. Charmian, cuya fiebre se ha vuelto periódica está consultando su agenda para saber cuándo le toca el próximo ataque. Henry ha empezado a tomar quinina y se mantiene a la espera. Y, dado que mis ataques aparecen por sorpresa y me derriban a traición, desconozco el momento en que voy a volver a recaer. Por error les dimos toda la harina que nos quedaba a unos hombres blancos que se habían quedado sin harina. No sé cuándo llegaremos a   tierra. Nuestras úlceras de las islas Salomón tienen peor aspecto que nunca y son cada vez más numerosas. Nos olvidamos el sublimado corrosivo en Penduffryn; el agua oxigenada se nos ha acabado y estoy empezando a experimentar con ácido bórico, lisol y antiflogísticos. O sea que, si no llego a ser un buen médico, no será por falta de práctica.


Las islas de La Sociedad

lunes, 16 de julio de 2012

Martin du Gard, Roger. Los Thibault

(...) se volvía tranquilo, pero insatisfecho.

Aquella mañana cualquier cosa le servía de alegría.

(...) se preguntó qué iba a ser de aquella amistad que nada alimentaba desde hacía tiempo sino una fidelidad mística, cuya fragilidad acababan de comprobar.

miércoles, 11 de julio de 2012

Molinos

Parés, publicado en La Nación, 11 de julio 2012

Desorientados


Ilusiones

Max Aguirre, publicado en La Nación 10 de julio 2012

De nuevo César Bruto


Lo que me gustaría ser a mí si no fuera lo que yo soy: FARMACISTA

Con la milonga del inviernO que se viene encima y que cada cual anda con su buena peste, como ser refrío, surmenaje, tirisia, riñón flotante, estómago refriado, retorsijón de pansa y comosión cerebral interna, o sea que los duenios de farmasia se vienen rechonchos de ganar plata preparando menjunges que venden bajo recetA que como nadies las puede ler por la letra atrabesada que usan los doptoR agarran y cobran lo quelesdá la gana por los remedio, que ni tan siquiera por lo que cobran son remedios dulses o de lindo olor, sino que son de los más pestoso, como ser la saL británicA o las friegas de salí silatO o el asido fénicO, que cuando uno selo pone arriba del cuerpo y sale a la calie y toma un tranvía toda la jente frunse la narís y lo mira como si tuviera alguna enfermedá pruibida y lo senialan con el dedo como si fuera un paría del destino, desos que no tienen padre ni madre y que andan por los camino del mundo sin ni un amor que le abra los braso, como pasa en una nobela de radio que haora mi vieja está sintiendo todos los día vierne, miércole y lune a la tarde en laudición que trasmite el criadero de polios y huevos “las dos claraS”, por liamarse clarA la duenia del criadero y clarA su hija la menor, lo cual lo sé porque viben a la vuelta de casa y tamién sé cómo es un criadero de polios finos de rasa, porque un amigo mío de nonbre visentE tiene el conplejo de ser criador desas tiernas bestia, las cual viben en sus gallineritos que vienen a ser como si fueran departamentitos bien arregladitos, según la rasa y cada una con el nonbre de lo que se liama el projenitor o sea el padre y la madre de todos los seres vibientes que hay arriba de la tierra, menos en el caso de aquelios tipo que son hijos de sus obras o de aquelios otros que se hicieron élios mismos con su propio efuerso.

Para tener un criadero de polios de rasa se presisa tener lo menos para enpesar un matrimonio de gallinas: la mugercita para que vaya poniendo los huevos y el galio para que ande por ahí escarbando con las patas de atrás en el suelo para sacar piedritas, lunbrises, granos de maís y otras yerbas para traérselos a su esposa en el pico y tenerla contenta mientras está echada o culeca ensima de los huebo que élia misma fabricó bien terminaditos con su clarA, su yemA y su cáscarA, lo cual solamente lo puede hacer una gallina, porque los que venden fabricados por las encubadoras tienen gusto de frigorífico y si a uno seleocurre haserlos enpoliar seguro que salen unos pollito todos flacos y con el moquilio y con una cara de pescados que da lástima. El trabajo de haser los polios no es difícil para la gallina, porque se trata de que se quede bien quieta arriba de los buevos para calentarlos con las pluma que tiene en la parte de abajo de bientre, o sea que la naturalesA hase bien las cosas, porque si no las huviera echo bien peludas a las gallinas no podrían enpoliar los buevos y el trabajo sería para otros animal doméstico, como ser el perro, el gato o el loro, lo cual se con-plicaría la cosa, porque los perro, los gatos y los loro ya tienen bastante tarea con criar sus hijito para tamién tener que ocuparse de andar criando los pollito.

Como estaba disiendo, la cosa de ver la plata que ganan los farmacistas preparando las recetA que lieban los enfermo, me dió la idea de que me gustaría tener una buena farmasiA de arribabajo bien conpleta de frascos de vidro con remedios, cada cual con su letrero que diga la cosa que tiene adentro, para que uno no tenga que andar probando con la lengua el gusto del remedio para darse cuenta de lo que es. En la parte de adentro de la farmasiA tenía la casa para vibir con la familia que me podían ayudar a haser los remedio en las hora de mucho trabajo. Cuando estaba todo listo, yo me ponía un buen guardapolvo blanco, subía para arriba la cortina metálica y me ponía a esperar los clientes con cara seria para que no se piensen que uno es un juguetón y hase burla de las cosas que vienen a conprar, como le pasó a mi primo basiliO, el que despué le hisieron una película en el biógrafo, que una vez entró a conprar unas píldoras para haser crecer 20 centímetros, porque es bastante petiso y andaba de nobio con una cusifai que le ganaba por medio pescueso, y el farmacista se le rió en la cara, o sea que a mi primo se le volaron los pájaro y nunca más pudo casarse, porque todavía está cunpliendo la condena de quinse anios que le dieron por redamar un frasco de asido nítrico ensima de la cabesa del farmacista, que instantáneamente se quedó pelado de rais porque el asido nítrico lo que toca lo desase como si fuera de manteca y lo mejor es no tener en una farmasiA esas cosas tan peligrosa, lo mismo que esas jentes que guardan adentro de la mesita de lus una pistolautomática descargada de todas las balas menos de una y cuando va un inosente y mira por el canio para ver cómo es por adentro, ¡páfate que sale la bala traisionéra y despué vienen los lamentos!

Si yo fuera farmacista le daría confites a los ninios gratis para que sienpre los padre me traigan las recetA y entonces yo les cobraba algo de más para cobrarme los confite que le había dado grati a los ninios

miércoles, 4 de julio de 2012

Marechal, Adán Buenosayres

    
     (...) Quiere aferrarse aún a las imágenes que ha revivido y calentado en  su memoria, pero las imágenes huyen, se pierden en la lejanía, regresan a sus borrosos cementerios. Lo pasado es ya una rama seca, nada le anuncia lo presente, y lo porvenir  no tiene color delante de sus ojos. Queda un Adán vacío frente a una ventana desierta.


     (...) le parece advertir que sus palabras interiores, lejos de ganar altura, se abaten como pájaros de arcilla no bien intentan remontar el vuelo.



     (...) ya te habías encargado tú de nutrir su cerebro con historietas imbéciles, cuentos adocenados, editoriales insípidos, máximas ñoñas, chistes melancólicos y fotografías de actrices desnudas.


     - No dudo ya que algún demonio me llevó de la mano hasta la Casa de los Libros. Era una venerable mansión porteña, cuyo frente pintado al óleo y cuyas ventanas enrejadas tenían el aire más inocente del mundo. según me contó después el Bibliotecario que Miraba desde Brumosas lejanías, el fundador y donante de aquella especie de Instituto había reunido allí volumen tras volumen, llevado por una extraña pasión que tal vez fuese la del genio, o quizá la del avaro que amasa estúpidamente su tesoro, o acaso la del hombre vacío que llena sus horas con maquinales gestos de coleccionista.