lunes, 30 de julio de 2012

Nothomb, Amélie. Una forma de vida





Deseo existir para usted. ¿Es pretencioso? No lo sé. Si lo es, lo siento. Es lo más auténtico que puedo decirle: deseo existir para usted.


La carta se dirige a un lector más que cualquier otro escrito. Me puse a esperar la respuesta de este último con una angustia difusa. Curiosamente, no se trataba de impaciencia. la ausencia de respuesta hubiera sido una reacción aceptable.



(...) Estas certezas optimistas, tan típicas de la ignorancia, me oprimían el corazón.



La experiencia demuestra que ninguna misiva será recibida como imaginamos, así que mejor no imaginar nada.



(...) pero duró los años de la infancia, es decir, siglos.



(...) las tareas embrutecedoras ayudan a vivir, lo he observado muchas veces.



Rápidamente, aquel intercambio se convirtió en lo más importante de mi vida, en la que, dicho sea de paso, no ocurren demasiadas cosas. Me sentía incapaz de contarle la verdad. La situación hubiera podido eternizarse. Ése era mi deseo.

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