martes, 27 de abril de 2010

Chiste de quincho

Ámbito Financiero, Chiste de quincho. 26 de abril 2010


Vamos a terminar con un chiste de actualidad. Un anciano iraquí, que vive desde hace 40 años en Chicago, se muda un día a una casa con jardín y descubre que allí podría realizar el sueño de su vida: plantar papas. Pero como ya es demasiado viejo, está solo y es débil, le envía un e-mail a su hijo, que estudia en París, para comentarle su problema: «Querido Ahmed: estoy muy triste porque no me siento en condiciones de plantar papas en mi nuevo jardín. Estoy seguro de que si vivieras aquí conmigo me ayudarías a hacerlo. Te quiere, papá». Al día siguiente, el hombre recibe un e-mail de su hijo: «Querido papá. Ni se te ocurra tocar ese jardín porque yo hice plantar 'algo' ahí. Yo también te quiero, Ahmed», A las cuatro de la mañana, al anciano lo despiertan el Ejército de los EE.UU., una formación de Marines, el FBI, la CIA y hasta una cuadrilla de Rangers. Mientras lo apuntan con sus pistolas, los hombres revuelven todo el jardín, milímetro a milímetro durante horas, y al no encontrar nada se marchan. Unas horas más tarde, el aterrorizado anciano recibe otro e-mail de su hijo: «Querido papá. Me imagino que a esta hora ya podrás plantar las papas sin ningún esfuerzo. Te quiere, Ahmed».

La Polla...




domingo, 25 de abril de 2010

La Pantera Rosa. "Psichodelic pink"

Walt Disney. Steamboat Willie

Sánchez Ferlosio, Rafael. El Jarama


- Pero tampoco quiero asegurarte una cosa ni la contraria. Vete tú a saber. Cualquiera sabe por qué hacemos las cosas.
Lucio habló lentamente:
- Yo jamás he creído en eso de obrar las personas con arreglo a la mera justicia. Al fin y al cabo no hay más justicia que la que uno lleva dentro -se señalaba el pecho con el índice-; y hasta los que proceden desinteresadamente, date cuenta, hasta ésos, tienen siempre. aunque parezca difícil, algún motivo escondido, de la clase que sea, para inclinarse a obrar de una manera, mejor que de la otra.
Mauricio lo miraba; contestó:
- Pero eso sí que no lo podemos saber, ni tú ni yo ni nadie.
- Pues más a mi favor, entonces.

(...) pero lo que no puede ser no puede ser y llega un día que las cosas acaban saliéndose a flote quieras que no. ¿Qué va usted a hacerle?
- Ya lo comprendo. ¿Y ahora qué tal le marcha?
- Pues defendiéndose uno malamente.

- Eso también es verdad. No hay peligro. No enseña usted el culo ni a la de tres.
- Para lo que tiene uno que hacer por ahí... más me vale sentado, que de dos de espadas.
- Eso usted lo sabrá- dijo el chófer.
Lucio hizo un gesto en el aire con la mano. El Chamarís le dijo, jovialmente:
-Pues a usted que le quiten lo bailado, ¿no, señor Lucio? -le guiñaba los ojos-. Ni más ni menos, claro está que sí. Ahí está el intríngulis. Que le quiten lo bailado, ¿verdad usted?
Lucio miró al Chamarís, casi serio, meciendo la cabeza, y luego dijo lentamente:
- ¡Sí! Que me quiten lo bailado... Eso es lo que dicen muchos a mi edad. Que me quiten lo bailado. ¡Una mierda! No estoy conforme yo con eso, ¡tontería semejante! ¿Cómo demonios voy a estar conforme? Yo lo que digo es justamente lo contrario. Quitado es lo que está, ¡y bien quitado! ¿Acaso lo tengo yo ahora? Lo que hace falta es que me lo diesen. ¡Ésa sería la gracia! Que me lo devolvieran -movía las manos con violencia-. ¡Pues ahí está el asunto! Lo que yo digo es que me lo den, ¡que me devuelvan lo bailado!


- ¿Cómo que no?
- Que no te acuerdes ahora de eso.
- Es imposible no pensar en nada, no siendo que te duermas. Nadie puede dejar de pensar en algo constantemente.

¡Capitán Up!

sábado, 10 de abril de 2010

Asterix, frases latinas (click sobre imágenes para desplegar)



Ira furor brevis est = La ira es un furor breve. Máxima de Horacio.






¿Hasta que punto? ("Quousque tandem abutere, Catilina, patienta nostra" / "¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?". Frase atribuída a Cicerón).




Vini, Vidi, Vinci => Llegué, ví y vencí. (Frase atribuída a Julio César cuando se disponía a cruzar el Rubicón).













Gnothi seauton! => Conócete a tí mismo (lema del templo de Apolo en Delfos. Frase atribuída a Tales, Chilo y otros autores).







Mente sana en cuerpo sano (Juvenal)









Cosas repetidas (del proverbio clásico 'Bis repetita non placent' de Horacio)




Pienso, luego existo. Descartes









La historia se ha terminado. Con estas palabras el director de la representación teatral avisaba al público de que el espectáculo ya había finalizado y que podían marcharse. Se cuenta que las pronunció Augusto al morir, refiriéndose a su vida en sentido irónico. También se le atribuyen a Rabelais en el lecho de muerte.




El sol sale para todos. Petronio




Y ahora, reyes, por favor entended... vosotros que juzgáis a la Tierra. Salmos 2.10





No se permite a todos ir a Brest



La gloria del mundo es transitoria, San Pablo.


Un bello cuerpo de mujer, que acaba en pez. Horacio.


¡Qué gran artista perece conmigo!, Nerón.






El derecho más estricto es la suma injusticia. Cicerón.





- Dulce y honorable es morir por la patria. Horacio
- La causa de los vencedores agradó a los dioses, pero la de los vencidos a Catón. Lucano.
- Ahora bebamos. Horacio.


Nadie va a satisfacer sus órdenes




Quien tenga oídos para oir, que oiga.




Feliz quien está capacitado para conocer las causas de las cosas. Virgilio




Lo que había que demostrar



La única esperanza para los vencidos es no esperar ninguna salvación, Virgilio.



Ahora bebamos, Horacio.



No todos pueden ir a Corinto, Horacio.



Mientras seas feliz tendrás muchos amigos, Virgilio.



Cartago debe ser destruida, Catón.




Bienaventurados los pobres de espíritu.




¡Apártate!
La fortuna favorece a los audaces, Virgilio.




- He perdido el día, Suetonio.
- ¿Adónde vas?
- ¡Oh, tiempos! ¡Oh, costumbres!, Cicerón.




Así agradó a los dioses.



La causa de los vencedores agradó a los dioses, pero la de los vencidos a Catón. Lucano




Veo lo mejor y lo apruebo, pero elijo lo peor. Ovidio.




Desconfía de los griegos, aunque traigan regalos. Virgilio.



Vanidad de vanidades, y todo es vanidad. Eclesiastés.




"Maldita sed de dinero", Virgilio.




"Batida por las olas, pero no hundida", lema en el escudo de armas de París, frase atribuida a Juan Crisóstomo.




¡Qué dichosos los hombres de campo, si conociesen su felicidad!, Virgilio




Sin necesidad de traducción



"Erigí un momumento más duradero que el bronce", Horacio.


"Donde crean un desierto, lo llaman paz", Tácito.









Enlaces relacionados:

domingo, 4 de abril de 2010

Corazón tan blanco. Marías, Javier


Era simplemente instalarse en el convencimiento o superstición de que no existe lo que no se dice.

(...), la pena y el miedo no son fugaces.

(...) había optado por el término medio o la insinuación, no se había resuelto, o quizá era un aplazamiento.

(...) tuve un pensamiento vano del que más bien me avergüenzo y que sin embargo no he podido apartar del todo, o mejor dicho, me vuelve de vez en cuando como algo olvidado mil veces y recordado otras tantas y a la que no obstante nos da siempre pereza poner remedio, y así preferimos que siga olvidado y recordado a partes iguales o en alternancia para no olvidarlo definitivamente.

Yo lo había olvidado, pero no enteramente, pues sólo se olvida de veras cuando uno sigue no recordando después de que se lo ha obligado a recordar a uno.

(...) han llenado mis días, o han hecho que los días fueran vividos de la mejor manera posible, que es en estado de vaga espera y de vaga ignorancia. Sabré demasiado, sabré más de lo que quiero saber (...)

Creemos que vamos conociendo a quienes están cerca, pero el tiempo trae consigo mucho más ignorado de lo que trae sabido, cada vez se conoce menos comparativamente, cada vez hay más zona de sombra. Aunque también haya más iluminada, siempre son más las sombras.

Quizá llega un momento en que las cosas quieren ser contadas, ellas mismas, quizá para descansar, o para hacerse por fin ficticias.

Ha acabado con el recuerdo, que era imperfecto y manipulable, selectivo y variable.

(...) aún no le ha llegado, digo, la hora de la indiferencia, tampoco la del cinismo.

(...) tantas veces se va a destiempo por cuestión de segundos.

El respeto inhibe ciertas conversaciones, que no se tienen nunca.
--Sí, el respeto inhibe.

Uno cuenta, habla, dice, las palabras son gratis y salen a borbotones a veces, sin restricciones. Siguen saliendo en toda ocasión, cuando estamos borrachos, cuando estamos furiosos, cuando estamos abatidos, cuando estamos hartos, cuando estamos entusiasmados, cuando nos sentimos enamorados, cuando es inconveniente que las digamos o no podemos medirlas. Cuando hacemos daño. Es imposible no equivocarse. Lo raro es que las palabras no tengan más consecuencias nefastas de las que normalmente tienen.