viernes, 22 de mayo de 2009

Manuel Puig


Maldición eterna a quien lea estas páginas

- No hay por qué afligirse, seguiremos viviendo, sin necesidad de ser felices.

-Le cambió la cara cuando la nombró, parecía contento de recordarla.

La idea de que se deba sentir algo muchas veces es la responsable de desencantos y depresión. La gente como usted se hace grandes ilusiones, para estas fiestas.

-Pero sí que hay otra cosa. Yo sé, porque la tuve, pero la perdí y ya no recuerdo lo que era.

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