sábado, 7 de diciembre de 2013

Sharpe, Tom.

(...) se preguntó por qué era tan fácil provocar a la gente que tenía ideas fijas y también por qué, una vez que se ponían a hablar, se negaban rotundamente a escuchar cualquier otro argumento.
(Wilt no se aclara)


No hay comentarios:

Publicar un comentario