domingo, 28 de abril de 2013

Nothomb, Amélie... otra vez

    
Higiene del asesino
 -Basta haber hecho algo una sola vez -pero a fondo- para no dejar de hacerlo durante toda la vida. Para ello, resulta imprescindible que la escena crucial sea estéticamente perfecta.

     (...) pertenece a este populacho de nuevo cuño al que le gustan los nombres paganos. Usted sería de las que llaman a sus hijos Krishna, Élohim, Abdallah, Tchang, Empédocles, Toro Sentado o Akhénaton, ¿verdad? Grotesco. Yo prefiero los nombres cristianos. Por cierto, ¿cuál es su nombre?

Matar al padre
Lo que más me impresionó fue aquella monstruosa paciencia.

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