domingo, 16 de mayo de 2010

Kerr, Philip.










Una investigación filosófica


(...) y mostrarse adusto es una venganza muy poco satisfactoria.

Lo único cierto es que todo lo empírico escapa a nuestro conocimiento

Sin un libro, estoy encadenado a la tierra. Leyendo, soy Prometeo liberado.

Pero decidí guardar mi trabajo precedente como testimonio de mis viejas reflexiones, que, no puedo negarlo, son, no obstante, la base de las nuevas. Tal vez una recopilación conjunta de mis antiguas y nuevas anotaciones constituya una especie de dialéctica, sin ánimo de llegar a elaborar una teoría, sino con la simple finalidad de ilustrar las ambigüedades del lenguaje.

Lamento que las circunstancias me impidan decir nada más, pero de lo que no se puede hablar hay que callar.

Por suerte, no era una persona sentimental, porque sabía perfectamente lo que le esperaba. Encendió un cigarrillo y se lo fumó, furiosa consigo misma, porque no hay nada tan humillante como cuestionarse a uno mismo. Trató de convencerse (...)



El segundo ángel

La ayudante de Dallas, Dixy, que tenía una memoria fabulosa para semejantes trivialidades y era muy aficionada a las citas, le hubiera recordado que cuando uno se encuentra entre un demonio de cualquier especie y el profundo mar azul, éste suele resultar francamente atractivo.

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