jueves, 14 de diciembre de 2023

Un viejo que leía novelas de amor. Sepúlveda, Luis

      Muchas veces escuchó decir que con los años llega la sabiduría, y él esperó, confiando en que tal sabiduría le entregara lo que más deseaba: ser capaz de guiar el rumbo de los recuerdos y no caer en las trampas que éstos tendían a menudo.


     La mujer, Dolores Encarnación del Santísimo Sacramento Estupiñán Otavalo, vestía ropajes que sí existieron y continuaban existiendo en los rincones porfiados de la memoria, en los mismos donde se embosca el tábano de la soledad.


     Al dentista le gustaban las negras, primero porque eran capaces de decir palabras que levantaban a un boxeador noqueado, y, segundo, porque no sudaban en la cama.


     "Si el rastreo es demasiado fácil y te hace sentir confiado, quiere decir que el tigrillo te está mirando la nuca", dicen los shuar, y es cierto.




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