viernes, 24 de julio de 2009

San Ryu Scha


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San Ryu Scha:"rezagado, abandonado", término con el que se conoce a los soldados japoneses que no se enteraron de que la guerra había terminado.
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SHOICHI YOKOI, EL SOLDADO QUE SOBREVIVIO 28 AÑOS SIN SABER QUE LA GUERRA HABIA ACABADO


El 24 de enero de 1972 fue encontrado Shoichi Yokoi, el soldado japonés que sobrevivió durante 28 años en la isla de Guam, ignorando el final de la guerra. Yokoi era sastre de profesión, pero su vida cambio cuando fue llamado para integrar el ejército imperial, durante la Segunda Guerra Mundial.

Primero fue destinado a China, y en 1944 a la isla de Guam, en el archipiélago de las Marianas, Pacífico Sur. Cuando las tropas estadounidenses tomaron la isla, la mayoría de los 19.000 soldados japoneses murieron en combate y alrededor de dos mil huyeron a la selva y se entregaron cuando Japón se rindió.

Pero un pequeño grupo de sobrevivientes permaneció escondido en la selva, posiblemente porque ignoraba que la guerra había terminado. Uno de esos hombres era el sargento Shoichi Yokoi, quien se ocultó junto con ocho camaradas que fueron muriendo hasta dejarlo completamente solo.

Durante 28 años vivió en un lugar terriblemente inhóspito, alimentándose de cangrejos, ratas, caracoles, anguilas y frutas, y cuando su uniforme se deshizo, este sastrecillo valiente elaboró ropa con cortezas de árbol.

Aunque llegó a escuchar alguna noticia sobre el fin de la guerra, supuso que se trataba de propaganda estadounidense, y cumpliendo su promesa de no entregarse al enemigo, permaneció en la selva.



Y todo siguio asi hasta ese dia de enero de 1972, en que dos cazadores lo vieron mientras pescaba, y cuando trataron de hablarle Yokoi salió corriendo para refugiarse en su cueva.

Finalmente fue rescatado y regresó al Japón, donde se le recibió como un héroe y allí declaró que sentía vergüenza por no haber cumplido su misión.

A pesar de los cambios tecnológicos, se adaptó muy rápido a su nueva vida, escribió dos libros y trabajó en televisión en un programa de tácticas de supervivencia. Murió en 1997 después de haber manifestado su desencanto por el Japón moderno.
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Onoda, el último San Ryu Scha
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Hiroo Onoda era Oficial de Inteligencia y Teniente del Ejército Imperial, había recibido entrenamiento en tácticas de guerrilla y supervivencia en la selva, el 26 de diciembre de 1944 fue uno de los soldados enviados a la defensa de la isla Lubang (pertenecientes a las Filipinas).
Desde el 1 de marzo de 1945 tropas estadounidenses desembarcaron y en corto tiempo controlaron las islas, junto con 3 compañeros: Soldado Yuitchi Akatsu (quien se rindió a las fuerzas filipinas en 1950) Cabo Shoichi Shimada y Soldado Kinishichi Kozuka (quienes murieron por heridas de arma de fuego producidas durante enfrentamientos contra el ejército filipino en 1954 y 1972 respectivamente). En ese momento Onoda contaba con 23 años de edad.
Se procuraban la comida recolectando los frutos que encontraban, o cazaban animales de la zona, incluso el ganado criado por los lugareños, la comida no escaseaba ya que en algunas ocasiones irrumpían en las chozas de los habitantes de la isla y “requisaban” diversos artículos como: comida, utensillos, cacerolas, incluso linternas y en una ocasión una radio, con la que pudieron escuchar noticias de Japón y Australia, que consideraron propaganda estadounidense, llevaban una vida nómada construyendo refugios en donde solo permanecían unos pocos días, excepto en invierno durante las torrenciales lluvias cuando nadie se internaba en la jungla.
Al igual que otros rezagados encontraron panfletos y periódicos que anunciaban el final de la guerra, y que ahora Japón y los Estados Unidos eran aliados, pero además los nuevos responsables de la defensa del país del sol naciente tenían informes provenientes del gobierno filipino y de la inteligencia estadounidense de que el Tte. Onoda y sus compañeros aún se escondían en la isla Lubang y que continuaban en estado de guerra, así que desde mayo hasta noviembre de 1959 decidieron tratar de contactarlos hablándoles por medio de parlantes ubicados en una colina (llamada durante la guerra “Cota 600”) informándoles del fin de la guerra y asegurándoles que su honor no se vería comprometido ni menoscabado al rendirse, incluso llevaron al hermano del Tte. Onoda para que le hablara, pero todo fue en vano, después de suspender la operación, fueron oficialmente declarados muertos.
Siguiendo sus órdenes los san-ryu-scha continuaron sus operaciones contra los ejércitos aliados apostados en la isla y posteriormente contra el ejército filipino y los lugareños a quienes consideraban colaboradores del enemigo, en estas escaramuzas se cree que provocaron unas ciento treinta bajas entre muertos y heridos tanto a civiles, como a las fuerzas del orden apostadas en la isla.
Pero todos los esfuerzos por capturarlo o convencerlo de rendirse no dieron frutos, hasta el 20 de febrero de 1974, cuando un viajero solitario Norio Suzuki, logró dar con Hiroo Onoda, Suzuki tenía la intención de convencerlo de que regrese a Japón, pero Onoda le dijo que solo podía rendirse por orden de su superior, con esta información Suzuki partió y el 9 de marzo del mismo año regresó a un lugar convenido, dejándole una foto de las que le había tomado en la ocasión anterior, una nota y unas órdenes del ejército, las cuales fueron encontradas por Onoda, quien inicio una marcha de 2 días para posteriormente reunirse con Suzuki y su antiguo comandante superior (ya retirado) Mayor Taniguchi, de quien recibió la orden de rendir su sable.
Al momento de rendirse Onoda además de su espada conservaba su rifle Arisaka 99, unas 500 municiones y algunas granadas.
Oficialmente el Tte. Hiroo Onoda es considerado como el último san ryu scha.

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