jueves, 23 de julio de 2009
Bradbury
Mucho después de mediancoche
En días como este, pensé, todas las cosas que nunca hicimos finalmente nos dan alcance, nos desatan los cordones, hacen que nos pique la barba. Dios se apiade del hombre que no ha pagado sus deudas este día.
Quiero que recuerdes que hay compensaciones en la vida. Siempre las hay, pues de lo contrario no seguiríamos viviendo.
(…) dije, loco de triste felicidad, sintiendo que ganaba y perdía todo.
(…) nunca después de eso estuve tan desesperado, enfadado y loco. Nunca la bebida me emborrachó tanto.
Algo más en el equipaje
La mayoría de los hombres llevan una vida de callada desesperación.
Junior
Y quién sabe... con suerte tal vez soñemos sueños salvajes ¡hasta la hora del té!
Leviatán 99
Y con ella esa desesperación llamada esperanza, que nos despierta al amanecer.
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