-¿Cómo viviste estos años?
-¿Los del fracaso?... Replegándome despacio hasta donde me ves. Como un ejército derrotado que combate mientras se deshace poco a poco.
Durante un momento, por simple hábito, Max siente el impulso de acompañar esas palabras con media sonrisa heroica; pero renuncia a ella. Es innecesario. Todo cuanto ha dicho es cierto, por otra parte. Y sabe que ella lo sabe.
(Pérez Reverte, Arturo. El tango de la guardia vieja.)
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