Con la valentía de los cobardes, en lugar de defenderse había pasado al contraataque. Comprendió su error al instante.
La escena parecía mucho más real que la vida misma, al menos si la comparaba con la suya.
Percibía en él a un hombre extenuado, desgastado por las mil pequeñas derrotas a las que ya se había resignado.
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