miércoles, 16 de febrero de 2011

Asimov, Isaac


Asesinato en la Convención

Si creyera en un Dios vengador y pensara que somos dignos de su atención, diría que estaba pulsando las cuerdas. De cualquier modo, no tengo otra explicación que la infinita malignidad de todas las cosas.

En la vida real, la gente no hace siempre las mismas cosas. Hacen cosas variadas en variadas ocasiones. En la vida real, la gente está como un choto.

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