El señor Busterboy estaba cubierto de polvo de yeso, como la mayoría de sus hombres, y Lowell no quiso insistir con el asunto. Al rato fue a la tienda de la esquina y compró media docena de cervezas. regresó y abrió una, pero se sentía culpable de beber cerveza fría frente a los obreros, y les dio las otras latas. Eso significaba que no había suficiente para él. Cuando volvió a la tienda compró una caja entera. la puso en el tope de la escalinata y los invitó a que recogieran todas las latas que quisieran. La caja desapareció en poco tiempo, y fue a comprar otra, y al cabo todos estaban borrachos. Lowell, la cuadrilla y el señor Busterboy se entregaron a una extraña y letárgica camaradería: el tiempo había aminorado la marcha y el placer era un objeto impecable, como un guijarro liso.
martes, 25 de julio de 2023
miércoles, 5 de julio de 2023
Dolina. En Cartas marcadas
Sólo era capaz del odio circunstancial, el más cerril que existe, el que sentimos por las personas que impiden que nuestros deseos se cumplan. Maldijo a Lavalle, pero no se fue. Permaneció en su hueco, humillado.
El recuerdo llegaba de forma súbita, como una puntada de dolor, como el despertar amargo después de un sueño venturosos.
Clase media, según Carlos Fuentes
La clase media, para sentirse aristócrata, requiere de la nostalgia.
(En Las buenas conciencias)
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