Mientras la escuchaba me había concentrado para retener en mi memoria todo y tuve la sensación de poder hacerlo; pero ahora que había terminado ya no quedaba nada. Sentí como si se arruinara a la intemperie, en un instante, un libro precioso. (Los signos)
Creía que la desdicha era sensatez, la obsesión responsabilidad, y la amargura virtud. (El calígrafo de Voltaire)
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