-¿Tú te ves a ti mismo cuando te miras en un espejo? (...)
-Ese reflejo tuyo se configura a partir de la imagen que tienes de ti mismo. De hecho, tú creas parte de lo que ves. No somos como somos. Somos como imaginamos que somos.
(...) iba hasta las cejas de coca sazonada con diamorfina, combinación que muy posiblemente pondría un poco tenso incluso a Buda, (...)
Los clientes eran en su mayoría hombres entre cuarenta y sesenta años, sentados solos o de dos en dos. Nadie conversaba. Había un televisor fijado a la pared en un extremo de la barra, resguardado para mayor seguridad tras un par de barrotes de acero que tapaban parcialmente la pantalla. Estaba sintonizado en un canal de noticias, pero tenía el volumen a cero. Daba la impresión de que en el Desperate Measure la clientela había oído ya todas las malas noticias que quería oír en su vida
(De
Más allá del espejo)