(...) una criatura esbelta y aplomada con una piel que tenía el color de una perla derretida en miel.
Trato de ser verosímil, y la vida real no es una serie de ondas que se encajan a la perfección y forman un dibujo que se puede describir ordenadamente. Es una serie de tonterías y pequeñeces que se amontonan sin ton ni son, y lo único que tienen en común es haber ocurrido.
(...) los camareros eran filipinos que parecían negros con sus chaquetas blancas bajo la luz azul.
Eddie le había dicho que el bourbon con chocolate era una delicia, que el azúcar saturaba el alcohol y te hacía "pensar más bonito".
(De Mi ángel tiene alas negras)
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