Sin embargo, al volverme y contemplar la habitación con dos camas y ver el Rolex falso sobre el lavabo, comprendí de súbito que soy así, como el que me ha habitado durante todos estos años detrás de la barba. Es duro haber llegado con tanta precisión al lugar del que huías, (...)
(De La viuda incompetente y otros cuentos)
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