A Bunt le molestaba que el señor Hung hablara bien el inglés. Los chinos de Hong Kong que hablaban el inglés con fluidez siempre eran los más traicioneros. Eran de los que menos te podías fiar, nunca podías creerte lo que decían. Efusivos, falsos, burlones; y su buen inglés significaba que se habían educado en otra parte, fuera de la colonia, donde se habían vuelto desdeñosos y engreídos. Los peores eran los que tenían acento norteamericano. A Bunt le gustaban los lugareños y su mala pronunciación. Loa graduados de las escuelas de Hong Kong no solían hablar bien el inglés y eso ayudaba a conservar intacta la división entre las clases sociales.
domingo, 7 de octubre de 2012
Theroux, Paul. Kowloon Tong
A Bunt le molestaba que el señor Hung hablara bien el inglés. Los chinos de Hong Kong que hablaban el inglés con fluidez siempre eran los más traicioneros. Eran de los que menos te podías fiar, nunca podías creerte lo que decían. Efusivos, falsos, burlones; y su buen inglés significaba que se habían educado en otra parte, fuera de la colonia, donde se habían vuelto desdeñosos y engreídos. Los peores eran los que tenían acento norteamericano. A Bunt le gustaban los lugareños y su mala pronunciación. Loa graduados de las escuelas de Hong Kong no solían hablar bien el inglés y eso ayudaba a conservar intacta la división entre las clases sociales.
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