Luego se tomó cuatro tazas más de café para hacer tiempo (…)
(El amor en los tiempos del cólera)
(...) experimentó la desazón del anhelo frustrado.
-Parecen zapatos de huérfano -protestó-. Cada vez que me los pongo me siento fugado de un asilo.
(El coronel no tiene quien le escriba)
No hay comentarios:
Publicar un comentario