- Quédese usted con lo soñado. Y dedíquese a escribir.
- ¿A escribir?
- Sí: es otra forma de heroísmo. Las novelas nunca las han escrito más que los que son incapaces de vivirlas (…)
- Yo tengo un libro de versos.
- Rómpalo usted en seguida. Y no se atreva a confesar eso entre sus compañeros; le perderán el respeto.
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