-No sé qué más aflige: si el dolor o el remordimiento.
-Se trata de cosas que me conmueven, porque me devuelven con el pensamiento al pasado.
Mentía. Era el presente el que se había animado maravillosamente.
Años después, le encantó admirar aquel período de su vida, el más importante, el más luminoso. Vivió de él como un viejo del recuerdo de la juventud.
(Senilidad)
Ella lo trataba como si ya fuera su marido, es decir con poco amor. Le gustaba llamarlo "el de los desperfectos" (...)
(Umbertino)
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