En el bosque susurraron las hojas plateadas. Debía de haber luna, viento, estrellas. No recuerdo ninguna de las tres cosas.
La observaba a través del abismo de silencio que los separaba con el aire resentido de quien sospecha que lo están engañando.
Desconfío de tanta amabilidad, socava mi falta de fe en la naturaleza humana.
Creemos recordar las cosas tal y como eran, cuando en realidad lo único que nos llevamos al futuro son fragmentos que reconstruyen un pasado completamente ilusorio.
Había pensado que la vida sería diferente y por lo tanto mejor, pero solo era diferente, y ni siquiera la diferencia era tan grande. Se ponía a pensar en los momentos en que todo había parecido a punto de cambiar, pero apenas le llegaban retazos (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario